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lunes, 22 de septiembre de 2008

Algunas fotillos Chirigoteras



Pues para que podáis observar alguna de las cosas a la que me dedico, he decidido poneros algunos momentos que comparto con la gente de la chirigota de la asociación cultural carnavalera El Portal donde tan buenos ratos echo.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El síndrome post vacacional

Ese síndrome que dura todo el año mientras se piensa en las próximas vacaciones y se descansa de las últimas. Ese síndrome que dicen que a los curritos de a pie nos afecta más que a los grandes empresarios, y es verdad ya que ellos tienen libertad para moverse a su antojo.
Para algunos ese Síndrome, es un síndrome vital ya que va completando su existencia con aquellas cosas que lo hacen más personas.
Es el momento de volver a los compases de 3X4, que suena en la soledad del campo, acompañado de un grupo de amigos y a la luz de la candela que acompaña la mayoría de los ensayos, algunas veces con una carnecita dentro para aromatizar las notas que quedan flotando en el aire.
Es el momento de esperar nervioso los domingos que juega el Recre en casa, para coger esa bufanda con solera que Angélica se encarga de vez en cuando de adecentar metiéndola en la lavadora, para que cuando gire con el viento del Nuevo Colombino no se retiren mis compañeros de al lado.
Es el momento de que Paco (el cura, no el alcalde) me llame y me diga que le hace falta que le eche una manita en una gynkana o en cualquier otra actividad con los jóvenes, para dinamizar un poco las actividades que ayudan a formarlos en el tiempo libre.
Es el momento de esperar la llamada del capataz que diga que van a empezar los ensayos, y que vaya buscando la faja, la morcilla y el costal que ya vamos a estar bajo el paso respirando el olor de la madera y escuchando el crujir de las trabajaderas en el andar lento del cristo que descansará sobre nuestros cuellos.
Pero ahora más que nunca es el momento de ponerse uno a estudiar que el futuro le va en ello, hay oposiciones este año y hay que buscar una buena salida profesional.
Por lo tanto, bendito síndrome post vacacional que me hace sentir que estoy más vivo que nunca.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Soy andaluz, ¿Y qué?


Cada día que pasa entiendo menos a aquellos que se creen superiores por no ser de Andalucía, como si ser Andaluz fuese algo malo, como si fuésemos subdesarrollados o algo parecido.
El otro día paseando por Internet, llegó a mis manos una dirección a la que fui a leer lo que ponía. Esta dirección es http://pandora0891.blogspot.com/ En ella pude ver una injusticia más de las que se cometen contra los andaluces y andaluzas repartidos por la España de casi todos.
Creo que los andaluces no nos podemos sentir acomplejados en ningún sitio en el que estemos, ya que nosotros si podemos presumir de cultura sustentada en el tiempo, y que ninguna ha suplido a otra, sino que hemos ido sumando hasta conseguir la gran riqueza cultural que posee el pueblo andaluz.
Nuestro habla, le pese a quien le pese es un hecho diferencial de Andalucía, por lo tanto no hablamos mal, hay quien utiliza el laísmo y nadie se le echa encima diciendo que no hablan bien, y esto si es un error gramatical. Nosotros hablamos como hablamos porque también hemos recibido herencia de muchos pueblos, y hemos sabido aprovechar el habla de forma similar a nuestra idiosincrasia, somos ricos en vocabulario, pero tendemos a la economía lingüística, y todos nos entienden.
La prepotencia de algunos pueblos del norte hacen que los andaluces tengamos que estar constantemente alertas, aunque yo pienso que no tenemos que estar alertas de nada, ya que quien quiera seguir creyendo en los tópicos de la Andalucía costumbrista que los siga creyendo, a nadie tenemos que demostrarle que somos un pueblo trabajador, culto, preparado y que sabemos vivir.
Sí, eso es lo que pasa que sabemos vivir, tenemos la capacidad de rendir en el trabajo y no renunciar a nuestros hechos diferenciales, que nos gusta el flamenco ¿eso es malo?, que vivimos mucho en la calle, si tuviesen nuestro clima seguro que también, la siesta, cada vez más exportada, la fiesta, otra herencia cultural. Sabemos vivir y nadie nos regala nada, somos capaces de trabajar de sol a sol y luego tomarnos una copa con los amigos y amigas. En definitiva solo nos tenemos que rendir cuentas a nosotros mismos como personas individuales.
Y si alguien me pregunta, soy andaluz ¿Y qué?

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