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miércoles, 5 de diciembre de 2007

¿Ser o parecer?

En estas fechas es una de las grandes preguntas que más de uno nos podemos hacer. Una festividad que debería estar basada en una serie de valores importantes, se ha cambiado por otro mucho más inhumano, el consumismo. Por eso y por otras muchas cosas la navidad tiene sus detractores. En estos días en la que el ir y venir por tiendas y centros comerciales, en los que el comprar mientras más y más bueno mejor, en la que tienes que estar a la altura de algunos supuestos amigos, porque a los de verdad no les hace falta demostraciones, nos olvidamos que es más importante el ser que el parecer.
Da miedo entre otras cosas decir que yo celebro la Navidad porque hace muchos años nació Jesús. Ser cristiano hoy en día es algo muy criticado y poco respetado, hay que respetar todas las religiones, pero el catolicismo no. Hay que respetar opciones políticas digan lo que digan, pero lo que dice la iglesia siempre es malo. Si un cura hace algo malo, generalizamos y a todos los endemoniamos, pero si alguno hace algo bueno, es algo excepcional que se olvida pronto.
La verdadera esencia del ser humano estriba en lo que cada uno es, con sus virtudes y sus defectos, respetando y siendo respetado, y estableciendo una escala de valores en la que cada uno coloca los elementos según su orden de importancia. Para muchos el ser cristianos es una escala de valores en si mismos. No vamos a negar que esa escala de valores tiene sus fallos, pero tiene más aciertos que fallos.
Por lo tanto, el encontrar sentido al ser en estas fechas tan importantes para los cristianos, los demás si son consecuentes no las celebrarían, es mirar atrás y comprender como un ser supremo vino a la tierra en las condiciones que él vino.
Hoy me ha dado por ser, no quiero parecer.

martes, 4 de diciembre de 2007

4 de diciembre

Como el día en que muchos andaluces y andaluzas se echaron a la calle para reivindicar una autonomía de pleno derecho para andalucía, hoy me lanzo a la calle para reivindicar que no se pierda la memoria. Hay momentos que la gente decide hacer cosas para conseguir algo, eso puede ser aplicable al 4 de Diciembre, pero no menos verdad es que muchas veces eso se olvida con la misma rapidez con la que se actúa.
Mi intención es recordar las cosas que me importan, y a la vez compartirlas con aquellos que en algún momento decidan leerlo. El compartir situaciones cotidianas, recuerdos, preocupaciones hacen que las cosas, tengan más importancia las buenas, y se olviden rápido las malas.
Por eso el 4 de Diciembre es uno de los días que más me importan, soy andaluz, y como tal debo comportarme, no quiero que un poder establecido decida por mi cuando tengo que celebrar el día de Andalucía, ¿un 28 de febrero? cuando el camino está allanado es fácil actuar. Hoy hace treinta años las calles se dibujaban de blanco y verde, de paz y esperanza, quebrada por el disparo asesino de alguien que tiñó de sangre la fiesta del andalucismo, pero no del andalucismo abanderado por un partido político, sino por el de un pueblo que reivindicaba igualdad, por ese andalucismo que nace de los sentimientos y no de un régimen ideológico, andalucismo del mar, la montaña, el campo y la ciudad, el de los niños y los mayores, el de los hombres y las mujeres, el andalucismo que todos guardamos en algún rinconcito de lo más profundo de nuestro alma, pero que unas veces por miedo, otras por indiferencia, y otras por hacer gala de un patriotismo exluyente no nos atrevemos a sacar.
Evidentemente no soy nadie para llamar a las conciencias de nadie, pero si para invitaros a que os déis cuenta de que tenéis esa conciencia.
¡Ahora os toca a ustedes descubrirla!

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