En estas fechas es una de las grandes preguntas que más de uno nos podemos hacer. Una festividad que debería estar basada en una serie de valores importantes, se ha cambiado por otro mucho más inhumano, el consumismo. Por eso y por otras muchas cosas la navidad tiene sus detractores. En estos días en la que el ir y venir por tiendas y centros comerciales, en los que el comprar mientras más y más bueno mejor, en la que tienes que estar a la altura de algunos supuestos amigos, porque a los de verdad no les hace falta demostraciones, nos olvidamos que es más importante el ser que el parecer.
Da miedo entre otras cosas decir que yo celebro la Navidad porque hace muchos años nació Jesús. Ser cristiano hoy en día es algo muy criticado y poco respetado, hay que respetar todas las religiones, pero el catolicismo no. Hay que respetar opciones políticas digan lo que digan, pero lo que dice la iglesia siempre es malo. Si un cura hace algo malo, generalizamos y a todos los endemoniamos, pero si alguno hace algo bueno, es algo excepcional que se olvida pronto.
La verdadera esencia del ser humano estriba en lo que cada uno es, con sus virtudes y sus defectos, respetando y siendo respetado, y estableciendo una escala de valores en la que cada uno coloca los elementos según su orden de importancia. Para muchos el ser cristianos es una escala de valores en si mismos. No vamos a negar que esa escala de valores tiene sus fallos, pero tiene más aciertos que fallos.
Por lo tanto, el encontrar sentido al ser en estas fechas tan importantes para los cristianos, los demás si son consecuentes no las celebrarían, es mirar atrás y comprender como un ser supremo vino a la tierra en las condiciones que él vino.
Hoy me ha dado por ser, no quiero parecer.
Da miedo entre otras cosas decir que yo celebro la Navidad porque hace muchos años nació Jesús. Ser cristiano hoy en día es algo muy criticado y poco respetado, hay que respetar todas las religiones, pero el catolicismo no. Hay que respetar opciones políticas digan lo que digan, pero lo que dice la iglesia siempre es malo. Si un cura hace algo malo, generalizamos y a todos los endemoniamos, pero si alguno hace algo bueno, es algo excepcional que se olvida pronto.
La verdadera esencia del ser humano estriba en lo que cada uno es, con sus virtudes y sus defectos, respetando y siendo respetado, y estableciendo una escala de valores en la que cada uno coloca los elementos según su orden de importancia. Para muchos el ser cristianos es una escala de valores en si mismos. No vamos a negar que esa escala de valores tiene sus fallos, pero tiene más aciertos que fallos.
Por lo tanto, el encontrar sentido al ser en estas fechas tan importantes para los cristianos, los demás si son consecuentes no las celebrarían, es mirar atrás y comprender como un ser supremo vino a la tierra en las condiciones que él vino.
Hoy me ha dado por ser, no quiero parecer.