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martes, 5 de agosto de 2008

Soñador sin sueños

Cuando pienso en los soñadores, la primera imagen que se viene a mi cabeza es la de aquel delgaducho hijo de la Alhambra, que en los Cuentos de la Alhambra de washington Irving se sentaba en las murallas con una caña de pescar como si estuviera pescando estrellas, pero que resultó ser una forma de entretenimiento para “pescar” las golondrinas y vencejos que anidaban en aquel monumento universal. Es una evocación del sueño de pescar en el cielo, da igual si son estrellas o son aves, el sueño es pescar.

Otro tipo de soñador, aparece en el libro de Paulo Coelho, la de aquel pastor que lo deja todo para seguir un sueño, y es el propio sueño el que le va marcando los pasos del día a día para construir su realidad.

Pero también hay otro soñador, y es aquel soñador sin sueños que es el que más me interesa, tal vez porque me pueda sentir reflejado, quizás no. Ese soñador es el que se levanta cada mañana pensando en que hoy es el día que se van a cumplir todos sus sueños y que al llegar la noche se da cuenta que por vivir sus sueños no vive su realidad, pero que al día siguiente vuelve a levantarse con el mismo pensamiento.

Así un día y otro, va marcando un caminar efímero por una senda ya manida de tanto usarla y con un horizonte repetitivo que aunque cambie a los caprichos del temporal, permanece impasible cual atalaya vigilante que ningún ejército logró derribar, y ya no tiene el interés para derribarla.

Ese soñador que inventa cada día un sueño pero sin dejar en el olvido los de días anteriores, acumulando su más preciado tesoro que es soñar, sin darse cuenta que no tiene un sueño que cumplir, sino muchos que olvidar. Y ese soñador sin sueños, sigue fiel a su destino, un destino creado por el, por sus sueños, quizás por sus miedos o quizás por no percibir la realidad. Pero no deja de ser un soñador sin sueños lleno de sueños.


Por marcarse una existencia ya creada
Por vivir su realidad mil veces vivida
Por sentir que al vivir su vida repentina
No dejará de soñar su vida ya soñada

Transeúnte de un camino sin destino
Navegante de un velero sin timón
Bohemio cantautor sin su canción
Creador de caminos sin caminos

Y llegarán usurpadores de su trono
De un Rey con una vida sin sentido
Y destaparán el tarro de su esencia

Y en la arena del desierto del pasado
De una casa, de un hogar mal habitado
Contemplará el miedo de su ausencia

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